La flacidez facial es uno de los grandes retos en medicina estética, requiriendo habitualmente tratamiento quirúrgico para obtener resultados satisfactorios. Desde hace escasos meses, los hilos reabsorbibles se perfilan como una revolución en el tratamiento de la flacidez, siendo un procedimiento mínimamente invasivo y con unos resultados espectaculares.
"La flacidez facial es uno de los problemas de dermatología estética más difíciles de combatir. Hasta ahora solo el lifting quirúrgico nos proporcionaba resultados realmente satisfactorios para los pacientes. Desde hace
unos meses estamos empleando una nueva técnica, los hilos reabsorbibles, que probablemente se va a convertir en la referencia no quirúrgica en el tratamiento de la flacidez facial. Hasta la fecha no existe un procedimiento que consiga tan buenos resultados sin pasar por el quirófano.
Se trata de una técnica excelente para mejorar la tensión y la flacidez de la piel de forma muy poco invasiva. El procedimiento no es doloroso, y en apenas 15-20 minutos el paciente sale de la consulta sin ningún efecto secundario, a lo sumo mínimos hematomas en el lugar de inserción de los hilos. Comprobamos la mejoría de forma instantánea, lo cual es reconfortante tanto para el dermatólogo como para el paciente. Y lo más importante de todo, carece de efectos secundarios.
Por tanto cumple con los objetivos prioritarios cuando elegimos un procedimiento estético, efectividad con mínimos efectos secundarios, y en cualquier caso transitorios.
¿Cómo se llaman estos hilos?
Los hilos Silhouette-Soft son una evolución de las suturas Silhoutte-Lift, que durante más de 6 años se han estado comercializando en todo el mundo. La diferencia es que permiten realizar la intervención sin ninguna incisión ni puntos de sutura, y al mismo tiempo son completamente reabsorbibles. A diferencia de los “Silhoutte-Lift”, los “Silhouette-soft” no son una técnica quirúrgica, siendo el método mucho menos invasivo. El procedimiento se lleva a cabo mediante anestesia local en la zona a tratar y el resultado es inmediato. Tras el tratamiento el paciente se va sin ninguna molestia ni inflamación.
¿Cómo tensan la piel estos hilos?
Son hilos con unos conos de ácidopoliláctico que se introducen con una aguja muy fina en la piel. Los hilos, gracias a los conos, se anclan dentro del tejido de la piel y, de esta manera, permiten tensarla con facilidad. Son los conos que llevan estos hilos los que nos permiten levantar tejidos faciales para corregir el descolgamiento de la piel (crean un “chasis” interno que permite que se reposicionen los tejidos caídos).
¿De qué material están hechos?
Una de las mayores ventajas de estos hilos es que están hechos de una material reabsorbible (ácido poliláctico) que dura dos años, y que consigue un efecto natural y reversible. El ácido poliláctico lleva muchos años empleándose en medicina. Se usa en dispositivos médicos e implantes desde hace décadas. Es el material que se emplea por ejemplo para la fabricación de los stents, herramientas muy usadas en cardiología para reparar arterias coronarias obstruidas. Las suturas reabsorbibles también se están utilizando con éxito en pacientes que tienen dificultad para respirar y deben utilizarlas a modo de “tiras nasales”.
En la actualidad se intenta evitar todos los procedimientos estéticos con resultados permanentes. ¿por qué razón?
La reversibilidad de estos hilos (se reabsorben en 2 años) es una ventaja básica. Desde hace unos años la reversibilidad es una premisa básica en los procedimientos estéticos. Son varios los motivos. La fisonomía de la cara va cambiando, y empleando productos reabsorbibles podemos adaptar los procedimientos a los cambios que cada persona tiene a lo largo de los años. Por ejemplo una paciente de 40 años no necesitará lo mismo que una paciente de 60 años. Si usamos productos permanentes nopodemos ir moldeando la fisonomía de la paciente según las necesidades que cada momento requiera.
Por otro lado los productos reabsorbibles son mucho más seguros que los permanentes. Los permanentes a largo plazo pueden producir complicaciones, ya que la piel los reconoce como algo extraño. Esto hace que la piel los “rechace” encapsulándolos, generando los denominados granulomas (que se manifiestan como bultos en la piel, en incluso infecciones). Estas complicaciones pueden ocurrir al cabo de muchos años de implantar un producto permanente. Este el motivo fundamental por lo que los productos permanentes prácticamente están en desuso.