lunes, 22 de julio de 2013

EL MELASMA (La mancha más odiada)

El MELASMA es una patología estética que consiste en un aumento de pigmentación facial, que suele afectar a mujeres jóvenes. Se trata de un proceso que empeora mucho con la exposición solar, y es habitual ver cómo durante el verano las pacientes con melasma presentan un claro empeoramiento.

Mujer joven con melasma en la región inferior de su cara


 ¿EN QUÉ CONSISTE EL MELASMA?

Consiste en la aparición de manchas marrones, de mayor o menor intensidad, que afectan la cara habitualmente de forma simétrica. El motivo es un aumento exagerado en la producción de melanina (sin existir aumento del número de melanocitos) en esas zonas, en respuesta a la radiación ultravioleta del sol. Es por ello que el final del verano es una de las épocas de mayor riesgo para presentar un brote de esta patología.  

¿DÓNDE APARECE EXACTAMENTE?

Lo que hace especialmente incómodo al melasma es que se afecta la región facial y por tanto tiene gran impacto en la propia imagen personal pues puede llegar a suponer una apariencia realmente antiestética, dando impresión de “cara manchada”. Los sitios de predilección donde suelen aparecer estas manchas son las mejillas, frente y área del bigote.

¿A QUIÉN PUEDE AFECTAR?

Aunque en teoría todo el mundo podría verse afecto por esta alteración de la pigmentación, quienes más lo sufren, con diferencia abismal, son las mujeres jóvenes. Además afecta más a mujeres de fototipo o piel oscura. La toma de anticonceptivos es un factor de riesgo añadido y aunque el mecanismo exacto de por qué las hormonas sexuales femeninas predisponen a esta pigmentación se desconoce, lo que está claramente establecido es su relación causal. Desgraciadamente no son la única causa ya que, por una parte, muchas de las mujeres que padecen melasma no toman anticonceptivos y por otra, una vez que se suspende el uso de los mismos puede seguir la evolución y persistencia de las manchas del melasma.

¿QUÉ LO PRODUCE?

La causa de la predisposición a esa tendencia a una pigmentación alterada es desconocida a día de hoy. No se asocia a ninguna enfermedad interna ni a alteraciones sanguíneas o alergias. De lo que no queda ninguna duda es que el principal responsable de que aparezcan o empeoren las lesiones, una vez que se tiene esa tendencia, es la radiación ultravioleta. Vivimos en un país donde los índices de radiación ultravioleta son elevados, especialmente en la primavera y verano pero también en los meses de otoño e invierno. Por tanto es importante proteger la piel de la radiación ultravioleta mediante filtros solares durante todo el año.

¿CUÁNTO DURA?
La duración es indeterminada. Sin tratamiento puede durar muchos años. De forma espontánea lo esperable sería notar empeoramiento en los meses de mayor exposición solar y un aclaramiento de las lesiones (que habitualmente no se llega a producir de forma completa), cuando no se toma mucho sol.
¿TIENE TRATAMIENTO? Sí. Como hemos comentado anteriormente existen muchos tipos diferentes de manchas cutáneas, no todas son melasma y según qué tipo de mancha sea será candidata a recibir un tratamiento u otro. Una vez que tu dermatólogo haya confirmado que padeces melasma, te informará de si es un melasma superficial (mejor pronóstico) o profundo (peor respuesta a tratamiento) y puede también informarte del grado de afectación del mismo según una puntuación (MASI). Esto es interesante para conocer tu punto de partida y el grado de mejoría con los tratamientos que vayas recibiendo.
El tratamiento del melasma es complicado. Se aconseja realizar  un tratamiento combinado utilizando varias herramientas terapéuticas para aumentar la efectividad.

La primera medida y clave para el éxito terapéutico será la fotoprotección solar. Para ello se recomienda el uso de forma periódica y diaria de productos con factor de protección solar (FPS) 50+. Según el tipo de piel se podrán elegir entre emulsiones, cremas, cremas con color, etc.

En segundo lugar tenemos las cremas despigmentantes. Existen muchas sustancias en el mercado con estas características. Algunas más eficaces pero también peor toleradas. Entre todas las que hay destacamos la hidroquinona, el ácido acelaico o los retinoides. Una muy buena opción es la combinación de varias de ellas en cremas comercializadas o en formulaciones magistrales que tu dermatólogo, si lo cree conveniente, te proporcionará. Pueden ser en crema o mascarilla.

El tercer pilar de tratamiento puede ser la combinación con técnicas de peeling que estimulen el remodelado córneo y renovación de la piel sin estimular la síntesis de melanina. Deben ser suaves y realizarse varias sesiones para obtener beneficio.

Otra buena opción, como medida adyuvante, es el uso de los láseres o luz intensa pulsada, dispositivos de luz que contribuyen al aclaramiento cutáneo. Es de especial utilidad el láser fraccionado ("Fraxel"). Debes EXTREMAR las precauciones a la hora de someterte a estos tratamientos y elegir especialistas de confianza y bien entrenados y familiarizados con los sistemas pues, si se les da un mal uso pueden hacer empeorar tu melasma.

Finalmente, y mientras tus lesiones mejoran, es interesante el uso de maquillaje corrector que disimule y camufle las indeseadas manchas.

En resumen, si tienes melasma debes saber que es una alteración muy frecuente y que, aunque el tratamiento es complicado, existen diferentes herramientas que pueden ayudar a mejorar el problema.