sábado, 27 de abril de 2024

QUISTE SEBÁCEO: UNA INOFENSIVA PERO INESTÉTICA PROTUBERANCIA

Así se llama vulgarmente a los quistes epidérmicos, que son benignos, de crecimiento lento y tienen un contenido de apariencia grasoso y maloliente.
Por lo general, los quistes sebáceos son pequeños y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Son nódulos firmes benignos, la piel que los recubre es de aspecto normal y son fáciles de mover, ya que no están adheridos a estructuras profundas. El problema se presenta cuando son más grandes y se manifiestan en lugares incómodos y son muy antiestéticos.

Estas protuberancias contienen material cutáneo muerto y laminillas de queratina que tienen visualmente un aspecto grasoso y un olor rancio.
Por este motivo, las protuberancias están conectadas con la superficie de la piel, lo que se expresa como un punto en su superficie que a veces es claramente visible y negro, y otras, es más inaparente y sólo se ve con una lupa de aumento.

"Es habitual encontrarlos en el cuero cabelludo y en la espalda, aunque pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo". Agrega que cuando son visibles y molestan, tanto estética como funcionalmente, o si se han inflamado en más de dos ocasiones, es recomendable sacarlos quirúrgicamente.

Si no hay molestias y son poco notorios una cirugía es innecesaria. Se afirma que "estas lesiones no desaparecen solas con el tiempo, por el contrario tienden a crecer cada vez más; por lo que no hay que apretarlas, solo operarlas".

Por otra parte, los quistes sebáceos "son completamente benignos y no presentan una transformación maligna". Agrega que el único problema que puede haber, es que se inflamen e infecten, lo que ocurre usualmente después de que se han manipulado en el intento de vaciarlos y lo antiestético que se ve en lugares visibles.

Cuando esto ocurre, se produce una inflamación, ya que "por ejemplo, al reventarlos se rompe la cápsula del quiste, y sale el contenido grasoso que irrita mucho", comenta.

Si sucede un problema de este tipo lo conveniente es tratar con antibióticos y antiinflamatorios. "Si estos medicamentos llegan tarde y no se logra controlar la infección, el quiste se abceda y es necesario drenarlo para sacar la pus".
La extirpación quirúrgica de todo el quiste debe dejarse para más tarde, cuando esté completamente controlado y superado el cuadro infeccioso.

Esto, "para conseguir el mejor resultado estético, y la extirpación completa de la cápsula del quiste, responsable de la producción del contenido graso, porque si no se extrae en un 100%, es muy probable que reaparezca la lesión"
 Esta intervención quirúrgica es ambulatoria, rápida y muy económica.